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Angel Beltran Acosta lo deja claro: el boxeo es más mental que físico

  • Foto del escritor: Redacción
    Redacción
  • 14 abr
  • 2 Min. de lectura

Para el entrenador profesional y experto en boxeo Ángel Beltrán Acosta, el gran error que cometen quienes apenas se acercan al ring es pensar que todo depende de la fuerza. “La mayoría cree que el boxeo se gana con músculo. Pero eso apenas es el principio. Este deporte es, sobre todo, una batalla mental”, afirma con contundencia.




Angel Beltran Acosta


Años de experiencia le han mostrado que los mejores boxeadores no son necesariamente los más rápidos o los más fuertes, sino aquellos que logran mantener la cabeza fría. “El que piensa mejor, el que respira antes de golpear, ese es el que gana. Aquí, el que se desespera, pierde”, sentencia Beltrán Acosta.


La paciencia, dice, es una de las virtudes más difíciles de dominar en el boxeo. Muchos llegan con energía de sobra, pero sin estrategia. “En el primer round quieren tirar todo lo que tienen. Y ahí es cuando los noquean. Un verdadero boxeador mide, observa, espera. Es como una partida de ajedrez en movimiento”, explica.


Esa capacidad de lectura es la que transforma al boxeador en estratega. Saber cuándo atacar, cuándo retroceder, cómo leer los hombros, los pies, el ritmo del rival… todo eso es parte de la inteligencia táctica. “No se trata de adivinar. Se trata de interpretar señales. Cada gesto del oponente te dice algo. Y tú tienes que estar mentalmente listo para reaccionar”, señala Ángel Beltrán Acosta.


El autocontrol es otro elemento central. Para Beltrán Acosta, no basta con aguantar los golpes físicos. Hay que resistir la frustración, la ansiedad y la tentación de perder el enfoque. “El que pierde el control, pierde la pelea. No importa si va ganando. Basta un error para cambiarlo todo”.


Por eso, el entrenamiento mental es parte de cada sesión. En su gimnasio, Ángel enseña a sus alumnos a trabajar la concentración, la respiración y la toma de decisiones bajo presión. “Aquí no solo se lanzan golpes. Se enseña a pensar antes de moverse. A calcular cada paso”, comenta.


Incluso fuera del ring, el boxeo deja una lección permanente: aprender a mantener la mente clara en momentos de tensión. “Muchos chicos que entrenan conmigo me dicen que ahora pueden manejar mejor los problemas de la vida diaria. Porque ya saben cómo respirar antes de reaccionar. Ya saben cómo esperar antes de actuar. Eso es lo que el boxeo mental les enseña”, dice Beltrán Acosta con orgullo.


Al final, lo resume así: “Golpear fuerte cualquiera puede. Lo difícil es tomar decisiones inteligentes cuando el mundo se te viene encima. Por eso siempre digo que el boxeo, si se toma en serio, entrena más la mente que el cuerpo”.

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© El Titular Noticias.

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