Para celebrar la vida y obra de la maestra Guillermina Bravo, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac), presentan el ciclo El bravo legado de Bravo.
Con tres videodanzas que narran lo que significa la danza y buscan dilucidar la importancia del movimiento, el cuerpo y la expresión motriz en la vida diaria, el programa ofrece un recorrido por los conceptos que determinaron el quehacer artístico de Guillermina Bravo y las nuevas miradas de los jóvenes creadores sobre esta actividad.
En el marco de la campaña Contigo en la distancia, las obras se pueden apreciar en las redes sociales de Ceprodac: Facebook: /cepordac.inba; Instagram: @ceprodac.inba y Twitter: @CEPRODAC., el viernes a las 18 horas.
En Estudio #100ª, la bailarina del quinto elenco del Ceprodac, Sofía Marcelo, procedente del estado de Guerrero, elabora una investigación en un paraje desértico y evoca los viajes de la maestra Bravo al interior del país, los cuales develaban las entrañas del México desconocido que la coreógrafa traducía en poéticas dancísticas y escénicas que no solo asombraban, sino que explicaban una cosmogonía identitaria de lo que es México y, por consecuencia, ser mexicano.
En esta videodanza, la artista utiliza para el diseño sonoro fragmentos de archivo de Guillermina Bravo en los que se puede escuchar a la maestra compartir de viva voz ciertos aspectos filosóficos y artísticos sobre la danza, y explicar esa visión tan personal sobre la cual se consolidó un trabajo que sustenta mucho de lo que hoy es la danza contemporánea mexicana.
La segunda entrega es Soledad urbana, ejecutada por el bailarín Luis Neri, integrante del quinto elenco del Ceprodac, con diseño sonoro de Rafael García H. Esta pieza reflexiona sobre la psique humana al vivir en soledad. Es una deriva de lo vivido durante la contingencia sanitaria y el confinamiento: la lejanía de los teatros y el público, de los amigos y familiares, de lo cotidiano y lo querido.
A través de esta danza se busca aludir y conmemorar los procesos creativos y las temáticas de impronta psíquica y social que Guillermina Bravo investigó durante su prolífica vida, pero desde la mirada joven y el contexto actual que aqueja a los bailarines.
Al borde de la cornisa es la tercera producción de este ciclo en el que la bailarina Heleni Castro, procedente de Ensenada, Baja California, integrante del quinto elenco del Ceprodac, transforma los espacios comunes en extensiones de su propio cuerpo y resignifica el parque, los árboles y sus juegos, la azotea, la ventana o la cornisa del edificio para convertirse en una mujer-ciudad y provocar en el espectador la reflexión de habitar la ciudad desde otras miradas, otras perspectivas más incluyentes, abarcadoras y expresivas.
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