%2013_34_19.png)
El año 2024 comenzó con un aumento en el precio de los refrescos, bebidas saborizadas, cigarros y gasolina en México.
Este incremento se debe a la actualización del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a estos productos. La medida tiene como objetivo no solo fortalecer la recaudación, sino también desincentivar el consumo de productos que pueden tener impactos negativos en la salud de las personas.
Según Pablo López Reynosa, investigador en ingresos y deuda del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), en entrevista con Excélsior, el IEPS se actualiza con base en la inflación, para el año en curso, se registra un incremento del 4.32% en el precio de cigarros y refrescos.
Se estima que el impuesto para refrescos y bebidas saborizadas ha pasado de 1.50 a 1.57 por litro, mientras que en el caso del tabaco, la tasa de impuesto ha aumentado de 0.59 a 0.61 por cigarro. Además, los alimentos considerados como "chatarra" o con alto contenido calórico tienen una tasa de impuesto del 8% sobre su precio.
El CIEP ha identificado que, aunque el consumo de refrescos y alimentos poco saludables disminuye marginalmente con el aumento de precios, las familias con menores ingresos destinan una proporción más significativa de su gasto a estos productos, lo que impacta más en su economía familiar.
Cabe destacar que los impuestos al IEPS a refrescos y alimentos chatarra fueron implementados en 2014, y a diez años de su aplicación, representan el 33.5% de los ingresos tributarios, excluyendo los relacionados con el petróleo, al cierre de noviembre de 2023. Dichos impuestos, solo en ese mes, generaron recursos por 66 mil millones de pesos, según datos proporcionados por el experto del CIEP.
López Reynosa también señaló que, a pesar de la relevancia de estos ingresos, los recursos obtenidos mediante el IEPS no se destinan específicamente para abordar temas de salud.
