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La falta de agua, la inseguridad y los servicios insuficientes son temas pendientes en Matamoros, según Leticia Salazar Vázquez, aspirante de la alianza PAN-PRI a la alcaldía y exalcaldesa del municipio. Subraya la necesidad de un gobierno más atento a las necesidades ciudadanas.
Explica que la ciudadanía está cansada debido a la falta de seguridad, sintiéndose abandonada en una ciudad donde la delincuencia organizada los afecta directamente a través de los cobros de cuotas a los comerciantes, lo que repercute en la economía familiar.
La deficiencia en el alumbrado público y el descuido en los espacios públicos, tales como áreas verdes y parques sin mantenimiento, son factores que contribuyen a la inseguridad. Este escenario se ve agravado por los problemas en el abastecimiento de agua, así como en el tratamiento de aguas residuales y drenaje.
El programa de empleo para madres solteras es resaltado como una de las iniciativas clave implementadas durante su administración del municipio (2013-2016), dentro de un esfuerzo mayor por apoyar a los ciudadanos de escasos recursos. Además, menciona el significativo aumento del 40% en la generación de empleos respecto al periodo anterior y la revitalización de espacios públicos para el esparcimiento, con el parque Laguito en Matamoros como ejemplo emblemático de estos esfuerzos.
Cuando Lety Salazar asumió su cargo, se encontró con una situación alarmante en el corralón municipal: una pequeña casita de madera clandestina, controlada por la delincuencia organizada, estaba involucrada en el cobro ilegal de multas, por lo que fue derribada durante su mandato.
“Y esto hizo mandar un mensaje de que aquí la autoridad municipal era la que llevaba el control, aquí era la autoridad municipal y no la delincuencia la que tenía control en ese sentido, ese tema también no fue fácil”, afirma.
Al abordar problemas sociales críticos, el gobierno municipal no solo clausuró establecimientos vinculados a la venta de drogas y el lavado de dinero, sino que también eliminó la venta ilegal de alcohol adulterado, que afectaba sobre todo a los jóvenes a través de vendedores ambulantes. La erradicación de la venta de huachicol en zonas desfavorecidas marcó otro logro significativo en su lucha contra el crimen.
Durante su tiempo como alcaldesa, se enfocó en establecer operativos preventivos en colaboración con las fuerzas del orden estatales y federales, como la Marina y Sedena, para sensibilizar a la ciudadanía sobre distintos delitos, a pesar de la carencia de una policía municipal.
Nacida en una cultura que ensalza el esfuerzo y al formar parte de una gran familia con siete hermanos, Lety Salazar atribuye a su entorno familiar el ser el pilar que le permite aspirar a un Matamoros donde prevalezca la justicia social y la seguridad.
Al iniciar su trayectoria laboral en los negocios de su familia desde temprana edad, Salazar Vázquez logró costear sus estudios hasta obtener su maestría.
Proveniente de una familia cristiana, su formación está cimentada en los valores transmitidos, particularmente por su abuela Rita, que sirvió como pastora en una iglesia por más de dos décadas y media.
A través de los años, enfrentó diversos desafíos por ser mujer, pero demostró una notable resiliencia. Su incursión en la política la llevó a ocupar roles como regidora, diputada local, diputada federal y alcaldesa, además de destacar en el ámbito empresarial.
Considera que uno de los proyectos en la carrera presidencial, al cual contribuyen mujeres, busca dar continuidad a un modelo ineficaz en la lucha contra la inseguridad, mientras que el otro, al destacar por su enfoque democrático, aspira a resolver los problemas nacionales y mejorar la seguridad de los ciudadanos con inteligencia.
Los problemas en los cruces fronterizos ocupan un lugar destacado en la reflexión de Salazar sobre la cuestión binacional, al subrayar la necesidad de abordar la seguridad y agilizar los trámites. Asimismo, no pasa por alto el desafío que representa la migración, especialmente evidente en el caso de Matamoros, una ciudad fronteriza que recibe una considerable cantidad de migrantes centroamericanos.
Se promulgaron dos piezas legislativas trascendentales, la Ley de Migración y la ley sobre los refugiados y protección complementaria, gracias a su gestión como diputada federal y presidenta de la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios.
Tras abordar diversos puntos, concluyó su discurso al resaltar la importancia de trabajar en coordinación con las esferas estatal y nacional en todos los temas por el bien de los ciudadanos.
