Los fenómenos a los que se ha enfrentado el país en los últimos años, sobre todo la pandemia sanitaria, ha hecho que la recesión sea una posibilidad cada vez más cercana. Sin embargo, pareciera que las afectaciones no se percibirán este año, sino el primer semestre del 2023.
La inflación que se ha desarrollado a nivel mundial, ha hecho que la economía del país tenga un crecimiento moderado, así como la perdida del dinamismo que se había presentado en 2021, en donde se desarrolló un crecimiento de 5,5%, mismo que se encuentra en una tentativa de baja en el segundo semestre del año.
El INEGI ha reportado que México tuvo un descenso del 0.2% en relación al mes previo de mayo. El sector que ha resultado más afectado ha sido el terciario, mismo que hace alusión al comercio y servicios, actividades que se han posicionado como una fuente importante de ingresos nacionales.
De acuerdo al Indicador Global de Actividad Económico, se trata de uno de los peores resultados desde el mes de agosto del 2021. Esto ha implicado una variación negativa respecto a los repuntes que se habían previsto para el año actual, luego de que se mostrará crecimiento dos meses seguidos.
Los especialistas en la materia, han señalado que la recesión a la que el país se enfrentará es diferente a la que se vivió con la llegada de la pandemia sanitaria en el 2020, por lo que pensar en un “rebote” económico se ha vuelto una posibilidad cada vez más lejana.
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