WeWork global sorprendió al mundo al declararse en bancarrota en Estados Unidos, pero la filial de la compañía en América Latina no ve afectaciones. A pesar de la situación en la sede central, WeWork en México y otros países de la región no enfrenta problemas significativos debido a su estructura de joint venture.
La CEO de WeWork Latam, Karen Scarpetta, explicó que la independencia financiera y operativa de WeWork Latam respecto a la matriz en Estados Unidos le permite mantener su operación sin interrupciones. La declaración de quiebra en EE. UU. no tiene repercusiones en la región latinoamericana, y WeWork Latam avanza con solidez.
WeWork, en su momento un gigante en el mercado de espacios de coworking con una valoración de 47 mil millones de dólares en 2019, se encuentra en apuros en Estados Unidos debido a deudas y la creciente tendencia de trabajo desde casa. Sin embargo, este problema se limita a sus operaciones en Estados Unidos y Canadá, al mantener WeWork Latam como una entidad independiente.
Karen Scarpetta mencionó ejemplos como Aeroméxico, General Motors y Chrysler que pasaron por procesos similares. Aunque existe la posibilidad de que la reputación de la marca se vea afectada, WeWork Latam se enfoca en demostrar su solidez y mejora constante en la región.
La región experimentó un proceso positivo de recuperación económica y del sector inmobiliario posterior a la pandemia. Además, se encontró un equilibrio entre el trabajo desde casa y en la oficina, lo que llevó a la creación de nuevos modelos de negocio y oportunidades de crecimiento.
WeWork Latam ve un gran potencial de crecimiento en el nearshoring mexicano, al brindar agilidad y apoyo a empresas internacionales que buscan establecerse en el país. Este enfoque en la flexibilidad y la adaptación a las necesidades cambiantes del mercado respalda la confianza en el futuro de WeWork.
Con información de Forbes.
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